Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este trabajo habla de cómo utilizar la arquitectura como herramienta y estrategia para mediar en los conflictos sociales, y desde ella reconstruir el lugar y las relaciones entre sus usuarios. Una arquitectura multicultural. Melilla es una pequeña ciudad española fronteriza con Marruecos situada en el Norte de África. El cierre del Mercado Central en 2003, tras 90 años de funcionamiento, dejó en total abandono y deterioro un área muy activa de la ciudad.
El concurso de ideas (2008) pedía trasladar allí tres centros educativos de la ciudad: el Conservatorio profesional de Música, la Escuela Oficial de Idiomas y un Centro de Educación de Adultos. Aprovechamos la situación del Mercado en el borde-frontera de tres comunidades (cristianos y musulmanes en su mayoría, y judíos) para proponer un “catalizador social“ que las vuelva a juntar y relacionar, proponiendo diálogo tras la radicalización de los últimos años. La nueva sección vincula distritos a distinta cota convirtiendo el edificio en un conector urbano.
Una arquitectura para fomentar la convivencia, la multiculturalidad y la aceptación de la diversidad identitaria: 1600 alumnos activando de nuevo el área. Trabajamos con la memoria y la identidad. Se regenera la ciudad manteniendo el viejo mercado y fomentando los lugares de encuentro en plazas y vestíbulos. Recolocamos el Mercado en el imaginario colectivo para que los ciudadanos lo hagan suyo.
Reprogramar la ciudad: los nuevos programas crecen verticalmente con una nueva estructura ante la imposibilidad de soportar cargas sobre un viejo mercado sin cimentación. Sobre la sólida preexistencia crece una intervención ligera y aescalar. Se reinterpretan los materiales locales y se adapta al clima local: fachada ventilada (cerámica) y una celosía (aluminio y nudos cerámicos) con distinto gradiente según la orientación.